jueves, 4 de julio de 2013

Santoña (Cantabria)

Santoña es una villa marinera que se encuentra en la zona oriental de Cantabria. Dista unos 48 kilómetros de la capital, Santander (desde donde se pueden tomar autobuses directos)
Este municipio es un destino ideal para aquellos que les guste la playa, la gastronomía, la historia, la naturaleza o simplemente para disfrutar de un día en familia.
El municipio está rodeado casi en su totalidad por el Mar Cantábrico; limita al norte con la playa de Berria, al sur con la playa de San Martín, al este con el monte Buciero. Buciero es un peñón calizo tapizado de encinas custodia la entrada a una hermosa bahía que recibe el agua de en la desembocadura del río Asón. Desde arriba, es como una isla conectada a la península por un estrecho istmo.
Santoña está dividida en dos zonas: el casco urbano sobre una llanura, y una zona montañosa donde se encuentra el Buciero.

La historia de la villa se encuentra ligada al Monasterio de Santa María del Puerto, que dio paso después a la iglesia de Santa María del Puerto. Fue construida entre los siglos XIII y XVII y combina elementos románicos, góticos y clasicistas: del románico son sus capiteles que muestran temas iconográficos del Paraíso, el infierno, la caza del jabalí, cabezas cortadas. Los rasgos góticos más marcados se encuentran en las cubiertas de crucería sencilla.
La iglesia guarda en su interior varias obras destacables: el retablo de San Bartolomé, una obra pictórica flamenca pintada a comienzos del S.XVI, y también el retablo mayor, del S.XVI, y el retablo de San Pedro, de principios del siglo XVII.

Santoña surgió en torno a Santa María de Puerto, poderoso monasterio que llegó a controlar buena parte de las instituciones religiosas de la zona, del cual ha sobrevivido su iglesia (Sta. María del Puerto). A finales del siglo XIX empezó a cobrar importancia la pesca y se fundaron las primeras empresas conserveras. En la actualidad, Santoña es uno de los principales puertos pesqueros de la cornisa cantábrica y su industria de transformación de productos de la mar es una de las más importantes de España. Su industria conservera se basa sobre todo en la comercialización del bonito y de sus famosas anchoas en aceite de oliva. 
Lugares para comer hay muchos y buenos. Aprovechad para tomar pescado fresco y conservas de la zona. Entre los platos: bonito encebollado, marmita, anchoas, sardinas asadas, etc.

¿Por qué las conservas en Santoña? Los italianos fueron los propulsores del consumo y elaboración de la anchoa, una especie que apenas se capturaba en el Norte por entonces y que se empleaba como cebo de para pescar otras.
En 1880 ya hay constancia de italianos en Santoña y en otros puntos del norte aunque de forma transitoria. Venían en la temporada del bocarte y al acabar regresaban a sus localidades de origen, pueblecitos la mayoría próximos a la capital siciliana de Palermo. Algunos deciden quedarse definitivamente. Se le atribuye a uno de ellos, Gianni Vella Scatagliota la ocurrencia de la anchoa en aceite. Anteriormente, antes de consumir la anchoa en salazón había que limpiarla para tomarla luego bien al natural, bien con mantequilla. Vella las limpiaba en fábrica y ofrecía el producto listo para consumir; primero envuelta en mantequilla, y finalmente la envasó en aceite de 0 grados. Se popularizó tanto la anchoa fileteada en aceite que todo el mundo copió la idea y abandonó la anchoa en salazón para elaborar la otra.
Algunas fábricas organizan visitas guiadas para conocer la elaboración artesanal de la anchoa en conserva. Os la recomiendo para que aprendamos a valorar este producto. No sólo la materia prima sino en gran medida, la mano de obra experta, es lo que hace que las anchoas del cantábrico sean un producto tan especial.

Podéis dar una vuelta por el puerto que está bien cuidado. Si tenéis suerte, podréis coincidir con algún barco descargando el producto. En su lonja cuenta con un bar donde tomar algo, por ejemplo, unas rabas. Seguir paseando bordeando la costa. Pasaréis por el centro de Visitantes del Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel y la plaza de toros para llegar al paseo marítimo.
El Centro de Visitantes del Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel se ubica en un curioso edificio en el puerto de Santoña llamado Mirador de las Marismas y con forma de barco. Aquí nos ayudarán a apreciar este entorno natural y único.
En las marismas se localiza uno de los humedales mejor conservados del norte de España y es refugio de miles de aves (alcatraces, cormorán, espátulas, zarapitos, etc.).
Santoña cuenta también con una Plaza de toros que fue inaugurada el 7 de septiembre (fecha en la que se celebra la procesión marítima en honor a la Virgen de Puerto) de 1907.
Como no podía ser de otra forma, en el paseo marítimo Santoña ha dedicado un monumento a su vecino más ilustre, Juan de la Cosa. Este navegante y cartógrafo del siglo XV es mundialmente conocido por haber diseñado el primer mapa del mundo que mostraba los territorios descubiertos en América.

Desde el punto de vista patrimonial, Santoña atesora notables ejemplos de arquitectura civil, como la casa de Maeda, conocida popularmente como casa del Marqués de Chiloeches o Casa Hospital. En la calle Rentería Reyes, junto a la Plaza del Mercado, fue hospital militar, más tarde, durante la Guerra Civil de 1936,cárcel y finalmente, en la posguerra, escuela. Declarado Monumento Histórico Artístico Provincial en 1977.
Otros ejemplos son, la casa del capitán Antonio Ortiz del Hoyo (calle Manzanedo); el palacio y el instituto mandados edificar por el Marqués de Manzanedo, la Casa Palacio de Castañeda (Alfonso XII).

Igualmente significativas son sus fortificaciones militares, agrupadas en torno al monte Buciero, que evidencian la importancia estratégica del puerto. Se conservan en bastante buen estado los fuertes de San Martín, San Carlos y Mazo o Napoleón.
La situación geográfica de la ciudad de Santoña se consideró desde antiguo privilegiada como posición estratégica para impedir el acceso a la bahía. Sin embargo, a pesar de su situación estaba mal protegida. Pasaron los siglos XVII y XVIII y Santoña y toda la bahía seguían en la misma situación de desprotección militar, con gran preocupación de la población civil que veía la facilidad con que su ciudad era invadida y arrasada una y otra vez por la Armada francesa.
Santoña no se fortificó debidamente hasta que paradójicamente, los propios franceses del ejército de Napoleón construyeron por el norte los fuertes llamados Imperial (o de Napoleón) y fuerte del Mazo. Tras el ataque anglo-francés de 1719 se habilitaron en la costa santoñesa algunas baterías como la batería de San Felipe (al sur del faro del caballo).
El fuerte de Napoleón se encuentra protegiendo la parte norte de la población. Desde este lugar estratégico se dominaba y protegía todo el arenal de la playa de Berria pero nunca fue terminado.
El Fuerte de San Carlos: es bien de interés cultural y está situado en la falda del monte y como la primera barrera para la entrada a la bahía. En el nivel superior se conservan todavía algunos edificios rectangulares utilizados para vivienda, uno de ellos probablemente era un polvorín. Con sus 37 cañones era otro fuerte esencial para la defensa del puerto de Santoña.
El Fuerte de San Martín: en forma de “uve” fue la segunda barrera de fuego, en la falda del Buciero. Está reconstruido y rehabilitado para Centro Cultural y para sede de la Escuela-Taller de rehabilitación del Patrimonio.

Volviendo a Buciero, notad que se caracteriza por acantilados, que son rocosos y escarpados, y su vegetación, que varía según esté la zona más o menos alejada del mar. En las partes más altas puede crecer el matorral bajo, formado por brezos y tojos, mientras que en la parte baja del monte las encinas.
Podéis organizar rutas alrededor del monte Buciero para pasar la mañana y disfrutar de unas vistas privilegiadas. Además de las grutas y los acantilados a lo largo del paseo veréis la Punta del Fraile, Faro del caballo o la Batería de San Felipe. En Buciero la composición caliza del monte ha dado lugar a la formación de cavernas y torcas, que han sido agujeros atractivos incluso para los hombres prehistóricos, que dejaron en ellos la huella de su paso.

Si el tiempo acompaña podéis disfrutar de un día de playa. La playa urbana de San Martín (en el paseo marítimo) casi desaparece cuando la marea está alta. Sin embargo, en la playa de Berria, con bandera azúl y de más de 2 km, encontraréis espacio suficiente para poner la toalla además de realizar otras actividades como jugar al voley playa o practicar surf.
Desde Santoña, hay bonitas vistas a Laredo y a su Puerto Deportivo que se adentra en la ría de Treto y Colindres. Otra actividad interesante es organizar una excursión en barco que os lleve a Laredo y alrededor del monte Buciero. Es muy amena y está bien documentada además de que montar en barco es una actividad que no se hace todos los días. Podéis aprovechar la oportunidad para el día en Laredo y regresar en el mismo barco.
Otras excursiones cercanas son visitar las playas cercanas de Noja, Isla o Ajo. Cerca de Santoña, el Monasterio de Montehano fundado en el siglo IX, guarda los restos mortales de Bárbara Blomberg, madre de Juan de Austria.

Dos curiosidades más a cerca de Santoña:
El Carnaval está declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional. Tiene un carácter marinero y cuenta con la participación de buena parte de los vecinos disfrazados de diversos peces. El momento cumbre es el “Juicio en el Fondo del Mar”, donde se juzga al besugo por el secuestro de una sirena antes del último acto,“La Quema del Besugo”.
El Dueso, es un penal entre el monte Buciero y la Playa de Berria. Son los únicos reclusos de la Península que tienen vistas al mar.

Santoña is a fishing town located in the eastern part of Cantabria. It is about 48 kilometres from the capital, Santander (from where you can take direct bus).
This town is an ideal destination for those who enjoy gastronomy, nature a day, on the beach or simply to enjoy a family day.
The town is surrounded almost entirely by the Cantabrian Sea, bordered on the north by the Berria beach, south to the beach of San Martin, on the east by Mount Buciero. Buciero is a limestone rock covered by oaks and it guards the entrance to a beautiful bay that receives water from the mouth of Asón River. From above, Santoña is looks like an island connected to the mainland by a narrow isthmus.
Santoña is divided into two areas: the town on a plain, and the Buciero mountainous area.

The history of the town is linked to the Monastery of Santa Maria del Puerto, which led after the church of Santa Maria del Puerto. It was built between the thirteenth and seventeenth centuries, combining Romanesque  Gothic and classical: the Romanesque capitals are showing their iconographic themes of paradise, hell, severed heads. The most marked Gothic features are found in the ribbed covers.
The church keeps inside several notable works: the altarpiece of St. Bartholomew, one Flemish paintings painted in the early sixteenth century, and also the main altarpiece, from the sixteenth century, and the altarpiece of San Pedro, from the early XVII.
Santoña arose around Santa Maria de Puerto, powerful monastery which came to control much of the religious institutions in the area, from which has survived his church (Santa Maria del Puerto). In the late nineteenth century fisheries
began to gain importance and the first canning firm was founded. Currently, Santoña is one of the main fishing ports of the Cantabrian Sea and its sea product processing industry is one of the most important in Spain. The canning industry is based primarily on the tuna (bonito) marketing and its famous anchovies in olive oil.
There many good options among to choose  if you want to have lunch in Santoña. Try fresh fish and the canned one in the area. Among the dishes: sauteed tuna with onion, marmita (tuna pot), anchovies, grilled sardines, etc.


Why Santoña canning industry? The Italians introduced the consumption and production of anchovy, a species rarely captured in the Cantabrian Sea at the time and it was used as bait to catch other instead.
In 1880, there records already show that there were Italians transiently in Santoña and other points of the north of Spain. They came into the season of anchovy and once it was finished they returned to their places of origin, mostly Sicilian towns.
Some of them decided to stay permanently. Is attributed to one of them, Gianni Vella Scatagliota, the occurrence of anchovies in oil. Previously, before eating salted anchovies, they needed to be cleaned in order to eat them either naturally or with butter.
Vella decided to clean them in the factory and afterwards offer the product ready to eat, firstly in butter, and finally packed in oil 0 degrees.
The filleted anchovy in oil were so popular that the idea was copied by everyone.
Some canning factories offer guided tours to learn the craftsmanship of canned anchovy. I strongly recommend them in order to appreciate this product. Not only raw materials but mainly the skilled labour force make the Cantabrian anchovies a unique product.
You can walk around the port and if you are lucky enough, you can happen to see the port in its dayly work.
By the fishmarket, there is a bar where having a snack, for example, the "rabas" (fried sliced calamari).

Let's continue walking along the promenade. You will pass by the Centre of of Visitors of the Nature Park of Santoña, Victoria and Joyel Marshes and the bullring to reach the esplanade.


The Visitor Centre is located in a curious building in the port of Santoña called Mirador of the Marshes and boat-shaped. This will help us to appreciate this unique natural landscape.
In the marsh is located one of the best preserved wetlands along the north of Spain and is home to thousands of birds (pelicans, cormorants, spatula birds, curlews, etc..).
Santoña also has a bullring which opened on the 7th September, 1907(date on which the maritime procession is held in honor of the Virgin of the Port).
It couldn't be any other way, located in the esplanade, Santoña has dedicated a monument to its most illustrious son, Juan de la Cosa. This sailor and cartographer of the fifteenth century is world renowned for having designed the first world map showing the territories discovered in America.

Having a look to the cultural heritage, Santoña has notable examples of civil architecture, as the house of Maeda, popularly known as the Marquis de Chiloeches House or Hospital House. Near the Market Square, in Renteria Reyes Street, there was a military hospital. Later on, during the Civil War in 1936, it become a jail and finally a school.
Other nice examples are the house of Captain Antonio Ortiz del Hoyo (in Manzanedo street), the Palace building and the institute built by the Marquis of Manzanedo and the Casa Palacio de Castañeda (Alfonso XII).
Equally significant are its military fortifications located around the Buciero hill, which confirm the strategic importance of the port. The forts of San Martin, San Carlos and Deck or Napoleon are kept in very good conditions.
From the old times, the geographical location of Santoña was considered a strategic position to prevent access to the bay. However, despite its situation, it was poorly protected. The seventeenth and eighteenth centuries went by and the bay Santoña were in the same military unprotected situation with great concern of civilians who saw the ease with which their city was invaded and destroyed again and again by the French Navy.
Santoña was not properly fortified until, funny enough, the French themselves, as part of the Napoleon's army, built on the north the forts called Imperial (or Napoleon) and El Mazo fort. After the Anglo-French attack in 1719, on the coast  of Santoña were set up some batteries as the one of San Felipe (south of Lighthouse horse).
The Napoleon Fort was located there in order to protect the northern part of the town. From this strategic point all the beach of Berria is dominated and protected but it was never finished.
The San Carlos Fort was declared Monument of Cultural Interest and is situated on the hillside as the first barrier to the entrance to the bay. On the upper level there are still preserved some rectangular buildings used for housing, one of them probably was a tinderbox. With 37 cannons, it was another strong defense and essential for Santoña port.
The San Martin Fort was built in in a "V" shape and it was the second fire barrier in the Buciero hillside. It was reconstructed and rehabilitated as cultural centre and as a rehabilitation heritage workshop school .
Let's get back to Buciero, note that it is characterized by its cliffs, which are rocky and steep, and vegetation, which varies depending on whether the area is more or less faraway from the sea. In the higher parts low scrub may grow, such us heather and gorse, while in the lower part of the mountain is full of oaks.
You can organize tours around Mount Buciero to spend the morning and enjoy privileged views. Besides the caves and cliffs along the walk you will see the Punta del Fraile, el Caballo Lighthouse or the Battery of San Felipe. The limestone composition of the hill has made possible the formation of caves which have been attractive even to prehistoric man, who left the traces of their past in them.


If the weather is nice you can enjoy a beach day. The urban beach of San Martin (on the boardwalk) almost disappears when it is high tide. However, in Berria beach, with blue flag and more than 2 km long, you will find enough space to spread out the towel and even may try other activities such as beach volleyball and surfing.

From Santoña, there are beautiful views of Laredo and the estuary of Treto and Colindres. Another interesting activity is to organize a boat tour that will take you to Laredo and around Buciero. It is very enjoyable and also is well documented and it is an activity that is not done every day. You can take this opportunity to spend the day in Laredo and come back later by boat.
Other options are the villages of Noja, Ajo or Isla which have beautiful beaches. Not far from Santoña, Montehano Monastery founded in IX century holds the mortal remains of Barbara Blomberg, John of Austria's mother.

Two final remarks about Santoña:
The Carnival is declared a Festival of National Tourist Interest. Is mainly related to the fishing characteristics of the town and has the participation of most of the neighbours disguised as various fish. The highlight is the "Trial in the Bottom of the Sea", which judges the Bream for the kidnapping of a Siren before the last act, "the Burning of Bream".

The Dueso, is a penalty between Buciero Hill and Berria beach. They are the only inmates with views over the sea.



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